HOTEL STUREPLAN, STOCKHOLM

Bueno, puedo empezar diciendo que el Hotel Stureplan es distinto. No tiene piscina, ni gimnasio, ni siquiera un Hall gigante con un portero con gorra. Y sin embargo estoy seguro de que es uno de los hoteles mas especiales en los que he estado.

Cada rincón del edificio tiene historia, y de verdad, fue construido en el siglo XIX.
Las escaleras con sus vidrieras, la herrería decorada del foso del ascensor, todo esta al detalle. Y lo de los espacios comunes es de película, no son grandes ni  numerosos pero tienen el encanto de algo hecho con detalle.

   

Y llegamos a la habitación: enorme, techos altos, suelo de madera, chimenea de porcelana, ventanales hasta el techo y lampara de lágrimas de cristal, e incluso esto lo digo como algo positivo. El Hotel Stureplan ha conseguido que me gusten las lamparas de araña.

Hay que admitir que no todo es perfecto, ya que el desayuno es solo correcto, los pasillos estrechos y enrevesados, además de que al ser la carpintería de fachada de madera el frió y el ruido se filtran por un cierre no demasiado hermético. Es el precio por dormir rodeado de historia en una habitación digna de un cuento de hadas. Y merece la pena.

Por lo visto no solo a mi me parece un sitio especial, ya que esta nominado a mejor Hotel en los Boutique Hotel Awards. Ojala tengan suerte.

Os dejo con una foto de los habituales cartelitos de Limpiar La Habitacion y el de No Molestar, ampliar para leer los textos. Originales, verdad ?